La cocción lenta puede conservar los nutrientes de una deliciosa comida que estará lista para cuando regreses a casa del trabajo. Pero debes cerciorarte que el revestimiento de la olla esté libre de plomo. Algunas ollas antiguas tenía el esmalte interior contaminado.
Puedes hacer

Luego cerciórate de que tu olla de cocción lenta tenga una temperatura superior a los 140 grados Fahrenheit. Las bacterias sobreviven en los que la FDA llama “la zona de peligro”, es decir, entre 40 y 140 grados F. Nunca pongas alimentos congelados en una de estas ollas, ni las programes para que se apaguen antes de que vayan a comer su contenido, pues la temperatura puede caer a la zona de peligro. Usa un termómetro

¿Te ha sobrado comida? Colócala en un contenedor que no sea muy hondo para que se enfríe con rapidez y guárdala en el refrigerador a las dos horas de haberla servido. No la recalientes en la olla de cocción lenta, ya que demora mucho llevarla a la temperatura adecuada.
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